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Resumen de la semana
La revolución llega a la agencia. Sin consultárselo a nadie, Aguirre contrata a Charly, un chico con ínfulas de artista, como nuevo director creativo. Lola, que es la primera en enterarse de la nueva incorporación, es quien debe informar a Sergio, pero no se atreve. La noticia corre como la pólvora entre todos los departamentos y el joven acaba enterándose por sus compañeros. Incapaz de aguantar que el nuevo esté por encima de él, presenta su dimisión.
Mientras tanto, Aguirre atraviesa un mal momento: Carol ha decidido separarse de él y la culpa de todo la tiene Mateo. Este, que vive enamorado de ella desde hace años, ha preparado un plan para provocar la ruptura definitiva: sin que su ‘amigo’ se dé cuenta, lo provoca para que hable mal de su esposa y graba todas sus críticas. Cuando ella escucha la cinta, encolerizada, le pide explicaciones. Como Aguirre no sabe qué contestar, lo pone en la calle.
Después, asesorada por Mateo, Carol visita a Angustias, una abogada matrimonialista que la anima en su cólera:“Voy a hacer lo imposible para que te vengues de él”, dice la letrada. Como primer paso, la empresaria destituye a su marido como consejero delegado de K-Roll y toma ella las riendas de la compañía. A Aguirre no le queda más remedio que instalarse en el despacho de Gustavo.
Como intuía Lola, Charly no resulta ser un buen compañero: pretende cambiar el modo de trabajo, se salta las órdenes de la directora general y encima acosa a Julia. Cuando Aguirre se entera, lo despide sin miramientos y suplica a Sergio que vuelva.
Por otro lado, Natalia está desconsolada por la separación de sus padres. En un mar de lágrimas, se presenta en casa de Sergio buscando consuelo y para seguir su plan de conquista. El joven cae en la tentación y la besa apasionadamente. Lo que ninguno imagina es que Lola va a llegar en ese momento. Esta, intuyendo que ha pasado algo entre ellos, se marcha enseguida muerta de celos.
Una vez más, Paula será la encargada de escuchar sus penas. Al día siguiente, la situación se complica en la agencia. Victoria le comenta a Lola que ha descubierto que el desajuste contable de la compañía se debe a unas transferencias que se están haciendo a una cuenta privada de Lalo Padilla. Lola se queda sin palabras…
La revolución llega a la agencia. Sin consultárselo a nadie, Aguirre contrata a Charly, un chico con ínfulas de artista, como nuevo director creativo. Lola, que es la primera en enterarse de la nueva incorporación, es quien debe informar a Sergio, pero no se atreve. La noticia corre como la pólvora entre todos los departamentos y el joven acaba enterándose por sus compañeros. Incapaz de aguantar que el nuevo esté por encima de él, presenta su dimisión.
Mientras tanto, Aguirre atraviesa un mal momento: Carol ha decidido separarse de él y la culpa de todo la tiene Mateo. Este, que vive enamorado de ella desde hace años, ha preparado un plan para provocar la ruptura definitiva: sin que su ‘amigo’ se dé cuenta, lo provoca para que hable mal de su esposa y graba todas sus críticas. Cuando ella escucha la cinta, encolerizada, le pide explicaciones. Como Aguirre no sabe qué contestar, lo pone en la calle.
Después, asesorada por Mateo, Carol visita a Angustias, una abogada matrimonialista que la anima en su cólera:“Voy a hacer lo imposible para que te vengues de él”, dice la letrada. Como primer paso, la empresaria destituye a su marido como consejero delegado de K-Roll y toma ella las riendas de la compañía. A Aguirre no le queda más remedio que instalarse en el despacho de Gustavo.
Como intuía Lola, Charly no resulta ser un buen compañero: pretende cambiar el modo de trabajo, se salta las órdenes de la directora general y encima acosa a Julia. Cuando Aguirre se entera, lo despide sin miramientos y suplica a Sergio que vuelva.
Por otro lado, Natalia está desconsolada por la separación de sus padres. En un mar de lágrimas, se presenta en casa de Sergio buscando consuelo y para seguir su plan de conquista. El joven cae en la tentación y la besa apasionadamente. Lo que ninguno imagina es que Lola va a llegar en ese momento. Esta, intuyendo que ha pasado algo entre ellos, se marcha enseguida muerta de celos.
Una vez más, Paula será la encargada de escuchar sus penas. Al día siguiente, la situación se complica en la agencia. Victoria le comenta a Lola que ha descubierto que el desajuste contable de la compañía se debe a unas transferencias que se están haciendo a una cuenta privada de Lalo Padilla. Lola se queda sin palabras…
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